AKAMASOA "CIUDAD DE LA AMISTAD"

Hay fiesta en AKAMASOA, llegó la familia del Padre Pedro. 

Que hermoso pisar tierra malgache. Tierra de misioneros, tierra de esperanza. Lo que vimos, lo que sentimos, lo que vivimos es tan maravilloso y grandioso que no se puede expresar en palabras, pero lo intentaremos. 

África parece otro mundo, bellísimos paisajes y atardeceres, que contrastan con una extrema pobreza. 

Y de aquella pobreza es de donde resurge con dignidad, trabajo, amor y fe el pueblo de Akamasoa. 

A lo largo de los X días que estuvimos allí, visitamos los X pueblos que la conforman. Barrios muy humildes, prolijos y limpios, en cada uno de ellos nos esperaban una gran cantidad de personas. Ancianos, adultos, jóvenes y niños. Hombres y mujeres cantando y danzando con alegría por este mágico encuentro, de amor mutuo. 

Niños y niñas siempre con una sonrisa. Sus miradas que, a pesar de cualquier realidad, son manantial de vida y alegría. Ellos son la gran fuerza y esperanza del lugar. 

Lo vivido en cada barrio fue tan cálido, tan expresivos. Prepararon todo lleno de color, música y danzas. Gestos de ternura y dedicación, reflejados en carteles con palabras en español y banderitas con los colores de nuestra querida Argentina. Sin tener nada, nos daban todo. Es inmensa la generosidad de la gente. 

Uno de los momentos que quedaran grabado a fuego en nuestros corazones, fue el momento de conocer la gran cantera.  

Aquella cantera que meses atrás, supo vestirse de fiesta cuando recibieron con todo el cariño del pueblo de Akamasoa al santo Padre Francisco. 

Aquella cantera que se transformó, a base de trabajo en el fiel reflejo de que con esfuerzo y sacrificio se puede torcer cualquier destino.  

Allí veíamos como los hombres y las mujeres trabajaban, bajo un sol que quemaba y un calor sofocante. Algunas mujeres llevaban en sus espaldas a sus bebes y sobre su cabeza dos o tres piedras enormes. 

“Por ellos”, dice el Padre Pedro, “voy hasta los confines de la tierra a buscar ayuda.” 

Akamasoa un oasis de paz ..de alegría...donde la Providencia ha actuado y donde en todo se ve la mano de Dios...allí vive el Pueblo de Dios...¡¡¡ 

Demos gracias a Dios por este gran encuentro ..donde Dios cumplió dos sueños ..el de ese pueblo que querían conocer a la familia del Padre Pedro y el nuestro que deseábamos conocer a ese bendito pueblo que supo ponerse de pie...con educación ..disciplina y trabajo...

Cronica realizada por la periodista LUBA OPEKA DE SEMIK