martes, 19 de abril de 2011

Mensaje para la Semana Santa 2011 - Diócesis San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña


Con el Domingo de Ramos se abrió la Semana Santa. Conmemoraremos en estos días grandes misterios de nuestra fe: la Pasión, Muerte y Resurrección gloriosa de Nuestro Señor Jesucristo.

La humanidad había negado a Dios en sus primeros padres y en ellos, libremente se había apartado de Él. Alejado de Dios y sin su ayuda el hombre se degrada: se dificulta conocer la Verdad, percibir el Bien y buscarlo libremente; la libertad queda condicionada por el mal que va anidando en el propio corazón. El pecado causó y causa desde entonces grandes males a cada persona, nadie puede ser feliz cargando miserias; también la humanidad quedó afectada, porque es el resultado de lo que hacemos los hombres, y sobre el error y el mal no se puede edificar nada bueno.

Dios no nos abandona. Podría habernos rescatado de esa situación de diferentes modos. Lo hizo enviando a su Hijo, que siendo Dios asumió nuestra naturaleza humana; nos demostró su amor entregándose por nosotros al peor de los suplicios que entonces se conocía; en su naturaleza perfecta sufrió lo que nadie puede sufrir, y en primer lugar en el espíritu: la traición, las burlas, la injusticia, la blasfemia, la indiferencia de otros, etc.

La Cruz no deja de ser un misterio; con ella consiguió Cristo el perdón de los pecados, que en nuestras almas pueda volver a vivir Dios, y purificada sintonice cada vez con más hondura con la Verdad y con el Bien. El sufrimiento pasó desde entonces a ser un medio que purifica. Dios respeta nuestra libertad; podemos aprovechar todo ese tesoro, purificarnos por la Confesión y enriquecer nuestras almas con todos los Sacramentos, o podríamos vivir un poco al margen de lo que Cristo hizo por nosotros.

Dios quiere que el pecado, el mal, deje de envenenar nuestro espíritu, que se purifiquen nuestras mentes del error, y que percibamos y obremos el bien con alegría. Quiere que como hombres distintos, transformados por el mismo Dios, construyamos las familias, la sociedad; que todo a nuestro alrededor sea un remanso de justicia, de amor, de gozo y de paz. No faltarán limitaciones, sufrimientos, pero sabremos unirnos con ellos a Cristo en la Cruz, y darles un sentido de oración, de purificación.

Pido al Señor que no nos quedemos indiferentes ante lo que Dios hace por nosotros; se entrego por cada uno, por mi, por el que lee o escucha estas palabras. Estos días de Semana Santa son una llamada a pensar si estamos aprovechando tantos dones, si nos estamos dejando cambiar, purificar por ese Dios que se entrega hasta el extremo en la Cruz.

No son simples recuerdos los que conmemoramos; cada día de esta Semana Santa, cada celebración, son momentos que el Espíritu Santo aprovecha para nuestro crecimiento espiritual. El Jueves Santo conmemoraremos la institución del sacerdocio y de la Eucaristía. ¿No es impresionante que antes de dejar este mundo Cristo decidiera quedarse escondido milagrosamente en el pan y el vino?

El Sábado Santo es un día de luto, Cristo está en el sepulcro. Por la noche conmemoraremos su gloriosa Resurrección con los hermosos ritos que prevé la Iglesia para esa celebración.

Pido a Dios Nuestro Señor que estos días sean para todos momentos de conversión y de crecimiento en su Amor. No tengamos miedo a acercarnos a Dios, el viene a nosotros entregándose por completo para nuestro bien y nuestra salvación, para que podamos ser muy felices en la tierra estando cerca de Dios y construyendo un mundo mejor, y eternamente felices en el Cielo para toda la eternidad. Muy felices Pascuas para todos.

Monseñor Hugo Nicolás Barbaro
Obispo de San Roque de Pcia. Roque Sáenz Peña
http://www.diocesis-sanroque.com.ar/
BARBARO, Hugo Nicolás

Obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña
Nació en Olivos, provincia de Buenos Aires, el 12 de diciembre de 1950; ordenado sacerdote en la Prelatura del Opus Dei el 15 de agosto de 1980 en el Santuario de Torreciudad, España; elegido obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña el 22 de abril de 2008 por Benedicto XVI; ordenado obispo en la catedral de Buenos Aires, el 4 de julio de 2008 por el cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires (co-consagrantes, Mons. José Lorenzo Sartori, obispo emérito de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña y Mons. Francisco Polti, obispo de Santiago del Estero); tomó posesión de la sede e inició su ministerio pastoral como cuarto obispo de San Roque el 26 de julio de 2008. En la Conferencia Episcopal es miembro de las Comisiones de Catequesis y Pastoral Bíblica y de la Educación Católica. Es doctor en Medicina (Universidad Nacional de Buenos Aires, 1973) y Licenciado en Filosofía (Universidad de Navarra, 1980). Lema episcopal: “Camina en mi presencia y sé fiel”.
Dirección: Güemes 260, H3700HJF-PRESIDENCIA ROQUE SÁENZ PEÑA, Chaco, tel: (03732) 420426, fax: (03732) 425285, correo electrónico: obispadosanroque@arnet.com.ar

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