jueves, 1 de octubre de 2009

Exposición Cardenal Jorge Mario Bergoglio

Buenos Aires, 30 septiembre de 2009
Exposición del Cardenal Jorge Mario Bergoglio
Jorge Mario Bergoglio: Los derechos humanos –como dice el Documento de Santo Domingo- "se violan no sólo con el terrorismo, la represión o los asesinatos, sino con la existencia de extrema pobreza y estructuras económicas injustas". El arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, monseñor Jorge Bergoglio, reclamó hoy la recuperación de los cerca de "150 mil millones de dólares de argentinos que están en el exterior" para ser puestos "al servicio del país, en orden a saldar la deuda social", y advirtió que "los derechos humanos se violan no sólo con el terrorismo, la represión o los asesinatos, sino con la existencia de extrema pobreza y estructuras económicas injustas". Monseñor Bergoglio formuló estas apreciaciones en el hotel Alvear durante su disertación en el seminario "Las deudas sociales de nuestro tiempo", organizado por la Escuela de Posgrado Ciudad Argentina (EPOCA), la USAL y la Universidad Carlos III de Madrid en el marco del Posgrado Internacional de Políticas Públicas. Además del jefe de la Iglesia Católica argentina participaron del encuentro, coordinado por Roberto Dromi y Fernando Lucero Schmidt, el rabino Sergio Bergman y la senadora Hilda González de Duhalde. Tras aclarar que iba a abordar "un tema pesadito", el arzobispo porteño recordó que ya el Papa Juan Pablo II condenó en su momento "el daño que la transferencia de capitales al extranjero por puro provecho personal puede ocasionar en la propia nación" y subrayó que "el capital producido tiene patria y debe ser utilizado patrióticamente". Al respecto, destacó que "invertir es un hecho técnico, pero también humano y ético", y explicó que "a la hora de decidir el destino del capital, debe tenerse en cuenta cómo se ha formado ese capital y los perjuicios que comporta para las personas que este capital no se emplee en los lugares donde se ha generado". En la misma línea, Bergoglio especificó que "hay aproximadamente 150 mil millones de dólares de argentinos en el exterior, sin contar los que están en el país fuera del circuito financiero; y, además, los medios de comunicación nos informan que se van del país aproximadamente otros 2 millones de dólares se van del país por mes". "Me pregunto qué podemos hacer para que estos recursos sean puestos al servicio del país, en orden a saldar la deuda social y generar condiciones para un desarrollo integral de los argentinos", dijo el cardenal primado de la Argentina. En el marco del seminario dedicado a abordar la problemática de la deuda social, el arzobispo de la ciudad de Buenos Aires indicó además que la pobreza "no es sólo un problema económico o estadístico, sino moral porque pone en serio riesgo la dignidad del ser humano". El prelado añadió que "la deuda social apunta directamente a la dignidad humana; y su mayor inmoralidad reside en el hecho de que esto ocurre en una nación que tiene condiciones objetivas para reparar el daño, pero pareciera que lamentablemente se ahondan más las desigualdades". En la misma línea, advirtió que "los derechos humanos se violan no sólo con el terrorismo, la represión o los asesinatos, sino con la existencia de extrema pobreza y estructuras económicas injustas". "El hombre es el sujeto de toda actividad política, económica y social, cada hombre y todos los hombres. No podemos responder el desafío de erradicar la pobreza si los pobres siguen siendo objetos destinatarios de la acción paternalista del Estado y otras organizaciones, en lugar de ser sujetos para los cuales la sociedad genera condiciones que promuevan que se transformen en constructores de su propio destino", agregó Bergoglio. Al respecto, dijo que en los últimos años los "pobres" se han transformado en "excluidos", lo cual agravó la deuda social: "Con la exclusión social queda afectada directamente la pertenencia a la sociedad en la que se vive, porque ya no se está abajo o en la periferia, sino directamente afuera. Hoy en día ya se habla directamente de los que caben y los que sobran. Es decir que los excluidos son los que sobran de la sociedad", explicó. Asimismo, indicó que "la pobreza, ante, todo es un problema humano, que hace a los derechos humanos; tiene nombres y apellidos, espíritus y rostros. Acostumbrarse a vivir con excluidos y sin equidad social es una grave falta moral". "La pobreza nos obliga a trabajar para cambiar las causas estructurales y las causas personales o corporativas que generan esta situación. Y, a través del diálogo, lograr acuerdos que nos permitan solucionar esta situación dolorosa", subrayó el jefe de la Iglesia Católica argentina. Contacto de prensa: Patricio Daschuta: 4821-4646 / 155-101-0863 / pdaschuta@spesa.com.ar

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